De la aspiración a la implementación efectiva en derechos humanos
En 2011, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos, el primer marco globalmente reconocido para que gobiernos y empresas prevengan y gestionen los impactos negativos en las personas.
Más de una década después, las evaluaciones demuestran que aún existe una gran brecha entre los compromisos empresariales y su implementación real.
La Realidad Actual
90% de las empresas evaluadas por la World Benchmarking Alliance no alcanzan ni la mitad de las expectativas sociales en derechos humanos, trabajo digno y conducta ética.
80% obtiene cero puntos en las etapas iniciales de la debida diligencia en derechos humanos (identificación, evaluación y medidas correctivas).
Solo 27% involucra a los titulares de derechos en estos procesos.
El Papel de las empresas
Los derechos humanos parten de una idea simple y poderosa: todas las personas tienen derecho a ser tratadas con dignidad.
Las empresas impactan directamente en los derechos de:
- Sus empleados.
- Los trabajadores de sus cadenas de suministro.
- Las comunidades alrededor de sus operaciones.
- Los consumidores de sus productos o servicios.
Esto implica una doble responsabilidad y oportunidad: respetar y promover los derechos humanos en toda la cadena de valor.
Un programa diseñado para:
- Dotar a las empresas de herramientas prácticas y conocimientos clave.
- Establecer un proceso continuo de debida diligencia en derechos humanos.
- Cumplir con la responsabilidad empresarial de respetar los derechos humanos.