Del 10 al 21 de noviembre, la COP30 reunió en Belém, Brasil, a gobiernos, organismos internacionales, empresas y redes del Pacto Global de las Naciones Unidas para discutir el futuro inmediato de la acción climática. Fue un encuentro marcado por un mensaje central: aún es posible mantener el límite de 1.5 °C, pero solo si aceleramos la transición hacia una economía baja en carbono.
El Secretario General de la ONU reforzó este llamado con tres prioridades claras: duplicar la eficiencia energética, triplicar la capacidad renovable para 2030 y avanzar en una transición justa lejos de los combustibles fósiles. Esto implica actualizar las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs) con mayor ambición y con políticas que movilicen inversión privada.
En este contexto, el Pacto Global de la ONU ha asumido un rol activo para acompañar al sector empresarial. A lo largo de la COP30, la organización destacó que el progreso más acelerado ocurre cuando los objetivos corporativos, la regulación climática y las expectativas de los inversionistas convergen.
México formó parte de esta conversación global a través de la participación en dos espacios clave:
En el panel “NDCs 3.0: The private sector contribution in the NDC Dialogues”, Kermith Morales, Gerente de Impacto de Pacto Global México; participó junto a redes de Australia, Chile y Ucrania. La discusión subrayó un punto crítico: con los planes actuales, el mundo se dirige a un aumento de entre 2.6 °C y 3.1 °C. Para corregir el rumbo, las NDCs deben traducirse en políticas concretas, instrumentos de financiamiento y proyectos listos para implementarse.
Por su parte, Emilio García formó parte de la sesión “Climate Transition Plans: taking action towards Net-Zero”, junto a redes de Portugal, España, Italia y Francia. La conversación abordó cómo las empresas pueden diseñar planes de transición climática alineados con metas neto cero, considerando desafíos reales como el financiamiento, la gobernanza interna y la gestión de emisiones en la cadena de valor. También se compartieron enfoques prácticos para crear estrategias creíbles y viables en un contexto regulatorio cada vez más exigente.
A medida que la comunidad internacional avanza de Belém hacia la fase de implementación, el Pacto Global de la ONU reafirma su compromiso de ofrecer herramientas, orientación técnica, plataformas de diálogo y coaliciones empresariales que permitan convertir los compromisos climáticos en resultados medibles.
México seguirá participando activamente en este esfuerzo, trabajando para que el sector privado contribuya de manera significativa a mantener viva la trayectoria del 1.5 °C y avanzar hacia un futuro resiliente y competitivo.
