Integrar prácticas sostenibles en las PyMES y en toda la cadena de valor fomenta la resiliencia, reduce riesgos y asegura la sostenibilidad de productos y servicios. Capacitar a las PyMES en temas de sostenibilidad y ofrecer herramientas adaptadas a su contexto permite que estas empresas contribuyan al desarrollo sostenible sin comprometer su competitividad.