Fe en los empresarios
Hay que pensar que aquellas empresas que contaminan la atmósfera, los suelos o los recursos hídricos, dejarán de hacerlo
Hace una década, en la Comarca Lagunera había una desconfianza infundada por parte de los ambientalistas locales en relación a los empresarios, pero bastó un intercambio de ambos grupos en relación al tema común del cuidado y conservación del medio ambiente para darse cuenta que tenían más acuerdos que desacuerdos.
A partir de allí, empresarios de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) participan activamente en los temas fundamentales de La Laguna. Hoy día uno de ellos preside la Fundación Jimulco A.C. que se encarga de observar y administrar los recursos económicos que brindan los Gobiernos estatal y municipal para que el Área Natural Protegida Municipal se mantenga, lo que no ha sido fácil porque los apoyos son insuficientes.
Jaime Guerra Garza, expresidente de la Canacintra Saltillo Sureste, ahora es el secretario de Economía y Turismo del Gobierno estatal de Coahuila.
En la Canacintra mayormente se congregan empresarios de pymes que son los que más sensibilidad tienen ante los avatares de la economía nacional; por un lado quieren tener altos estándares sociales y medioambientales y, por otro lado, no tienen posibilidades económicas para lograr este deseo.
Sin embargo, en el mundo de los pequeños y medianos empresarios he conocido a enormes líderes que se esfuerzan por involucrase en actividades de la economía verde (aquella de bajo impacto ambiental).
Haciendo punta, en la Canacintra existe el treceavo sector con el nombre de Sector Industrial de Economía Verde.
Un joven valor que emergió de las filas de la Canacintra es su expresidente Rodrigo Alpizar, que en este momento está buscando ni más ni menos la presidencia de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), organismo cupular que tradicionalmente ha sido encabezado por industriales propietarios de grandes empresas.
Saludo con respeto a los pequeños empresarios del País porque sé que no es fácil estar en sus zapatos, ya que nunca alcanzan las economías a escalas que aprovechan los grandes empresarios ni tampoco disfrutan de créditos en la dimensión e intereses que favorecen a los que tienen mayores créditos porque simplemente su capital financiero tiene más dígitos.
Así como cuesta mucho ser pobre en México y en general en Latinoamérica, cuesta mucho más ser un empresario pequeño o mediano que de pronto parece una especie en extinción.
A pesar de lo anterior, estos heroicos empresarios sacan la casta y se empeñan en seguir buscando nuevos modelos de gestión de recursos financieros. Me consta que además intentan estar al día en el tema de cambio climático y en el de justicia social, por lo que sé que atenderán el llamado del Pacto Mundial para sumarse a…
En una carta firmada por Lise Kingo, quien encabeza la Oficina Central del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, se subraya la importancia de que los empresarios se sumen a los nuevos criterios de sustentabilidad para garantizar un mundo con justicia social, económica y medioambiental. Sólo 76 países de los casi 200 que forman parte de la plataforma de la ONU cuentan con una red de Pacto Mundial, uno de estos es México.
Se vuelve a creer en el empresariado y la apuesta global para garantizar que esté sensibilizado en una nueva ética. Primero es con las empresas que ya forman parte del Pacto Mundial y que tienen el compromiso de erradicar la corrupción en sus prácticas. No hay que perder la fe en los empresarios.
Hay que pensar que aquellas empresas que contaminan la atmósfera, los suelos o los recursos hídricos dejarán de hacerlo.
Por CARLOS GÓMEZ
Fuente: https://www.vanguardia.com.mx/articulo/fe-en-los-empresarios